En un autobús urbano, en una ciudad urbana, a una hora tan válida como las siete de la tarde, un hombre mira a través de las ventanas, pero no ve nada.
Afuera llueve y el día
es tan triste como uno pueda imaginar.
Pero la lluvia es
infinitamente más interesante que la gente.
En una de las paradas,
alguien sube al autobús, es una mujer muy joven, parece una virgen y
camina como si levitase, ajena a todo.
El hombre deja las
ventanas y mira al ángel.
La lluvia ha apagado el
rubio de su pelo, pero aún así no deja de brillar.
La mujer se sienta sola,
indiferente a las miradas, como si perteneciese a otro mundo, a otra
dimensión.
El hombre duda por un
momento pero, cuando uno encuentra a la mujer de su vida no debería
dudar.
Se levanta nervioso y se
acerca a ella aún más nervioso, la mujer mira por la nublada
ventana, seguro que ella tampoco ve nada, pensó él.
-Hola, dijo el
hombre ante la visión celestial.
-Hola, dijo ella
con la solemnidad de una escultura griega.
Y, como si de componer un
poema se tratase, el hombre comenzó a recitar las más bellas
palabras para la más bella de sus pensamientos.
-Tu belleza es sinuosa,
centelleante, turbadora, metafísica... me obnubila y me conmueve. Me
hace ser mejor persona.
Ella se ha quedado
mirando sus labios mientras hablada, sin darse cuenta aún del verde
profundo de sus ojos. Él se acerca, quiere besarla allí mismo, y
ella le dice:
-Espera...
Ambos se cogen la mano
con los ojos, ya nada podrá separarlos.
Ella está hecha para él
y él está hecho para ella; sin saberlo están tan complementados
que cuando hagan el amor por primera vez lloverán ángeles del
cielo, nacerán las más bellas flores y la gente sentirá el mayor
atisbo de felicidad de la historia.
Lástima que el hombre no
llegase a decirle nada, que ella se bajara del autobús y las
palabras se quedasen en los cristales, lástima que la perdiera por y
para siempre.
Un diálogo no pronunciado con un final imaginado: todo pura especulación de una historia que podría haber sido y no fue.
ResponderEliminarSaludos
También si te fijas, la última palabra que "dice" ella es "espera..."; y él esperó, pero demasiado.
EliminarGracias, un saludo.
Hola.
ResponderEliminarMuy bien escrito.
Eché de menos tus acertadísimas ilustraciones.
Un beso.
Hola, las ilustraciones las colocaré en breve, es que aún no he dado con las acertada.
EliminarGracias, un saludo.